El ministro de Relaciones Exteriores, Ricardo Patiño, indicó que el Gobierno busca diversificar los destinos de las exportaciones de cacao.
El Canciller realizó el anuncio durante una reunión que mantuvo el miércoles anterior con funcionarios del Viceministerio de Comercio Exterior y exportadores de cacao, quienes pidieron a las autoridades más promoción con miras a incrementar las ventas de la fruta al exterior.
En el encuentro, el canciller Patiño indicó a los industriales que el Gobierno busca transformar el esquema de las exportaciones que se ha mantenido en las últimas décadas en el país. Para alcanzar este objetivo, aseguró el Ministro, es necesario diversificar los destinos de las exportaciones. En este contexto, el funcionario destacó el viaje que realizó hace dos semanas a Medio Oriente para lograr ingresar a nuevos mercados.
Iván Castañeda, exportador de cacao, felicitó las gestiones por diversificar los puntos de venta en el extranjero y resaltó que la dependencia de exportaciones hacia los Estados Unidos se ha reducido de un 35% en 2007 a un 20% en 2010. Según las cifras presentadas por Castañeda, la fruta proveniente del Ecuador tuvo un crecimiento de ventas en Europa ocupando, en la actualidad, el 80% del mercado.
El viceministro de Comercio Exterior, Francisco Ribadeneira, adelantó que se están contactando puntos de venta en Panamá, Rotterdam, Dubái, Ankara y Singapur, para ubicar la producción de cacao nacional.
Problemáticas del sector
La cita, que se realizó en el hotel Ramada, de Guayaquil. También sirvió para que los cacaoteros informaran a las autoridades sobre las dificultades que limitan el crecimiento del sector.
Entre las problemáticas que se expusieron están las trabas fitosanitarias que se imponen en mercados que eran dominados por los productos ecuatorianos. Este es el caso de Japón en donde, según los exportadores, se han establecido parámetros de tolerancia de contaminación de un 0,001% cuando a otros productos -como el brócoli- solo se les exige un 0,03%.
“Son reglas súper severas y a la vez ilógicas porque, por ejemplo, el brócoli es un producto que se consume directamente, en cambio el cacao es una fruta que llega en cáscara y es procesada para elaborar otros productos.
Por lo tanto el riesgo es menor”, explicó Victor Orellana, otro de los exportadores que asistió al diálogo.
El Canciller realizó el anuncio durante una reunión que mantuvo el miércoles anterior con funcionarios del Viceministerio de Comercio Exterior y exportadores de cacao, quienes pidieron a las autoridades más promoción con miras a incrementar las ventas de la fruta al exterior.
En el encuentro, el canciller Patiño indicó a los industriales que el Gobierno busca transformar el esquema de las exportaciones que se ha mantenido en las últimas décadas en el país. Para alcanzar este objetivo, aseguró el Ministro, es necesario diversificar los destinos de las exportaciones. En este contexto, el funcionario destacó el viaje que realizó hace dos semanas a Medio Oriente para lograr ingresar a nuevos mercados.
Iván Castañeda, exportador de cacao, felicitó las gestiones por diversificar los puntos de venta en el extranjero y resaltó que la dependencia de exportaciones hacia los Estados Unidos se ha reducido de un 35% en 2007 a un 20% en 2010. Según las cifras presentadas por Castañeda, la fruta proveniente del Ecuador tuvo un crecimiento de ventas en Europa ocupando, en la actualidad, el 80% del mercado.
El viceministro de Comercio Exterior, Francisco Ribadeneira, adelantó que se están contactando puntos de venta en Panamá, Rotterdam, Dubái, Ankara y Singapur, para ubicar la producción de cacao nacional.
Problemáticas del sector
La cita, que se realizó en el hotel Ramada, de Guayaquil. También sirvió para que los cacaoteros informaran a las autoridades sobre las dificultades que limitan el crecimiento del sector.
Entre las problemáticas que se expusieron están las trabas fitosanitarias que se imponen en mercados que eran dominados por los productos ecuatorianos. Este es el caso de Japón en donde, según los exportadores, se han establecido parámetros de tolerancia de contaminación de un 0,001% cuando a otros productos -como el brócoli- solo se les exige un 0,03%.
“Son reglas súper severas y a la vez ilógicas porque, por ejemplo, el brócoli es un producto que se consume directamente, en cambio el cacao es una fruta que llega en cáscara y es procesada para elaborar otros productos.
Por lo tanto el riesgo es menor”, explicó Victor Orellana, otro de los exportadores que asistió al diálogo.