Ante el rápido aumento del número de infectados de dengue, 99 hasta ayer, este Diario, a pedido del Grupo Latinoamericano del Dengue, capítulo Ecuador, desarrolló un foro con la participación de diez expertos en el tema vectorial.
El debate se inició con un tema que el año pasado fue ampliamente discutido, luego de que el Ministerio de Salud Pública informó sobre la presencia de dos nuevas variedades de dengue, pero que en el foro no requirió mayores comentarios.
Los invitados coincidieron con que en el país circulan los cuatro serotipos (1, 2, 3 y 4) y que en los casos reportados existe una alta probabilidad de convertirse en dengue grave o hemorrágico, el cual se produce por el cruce de dos serotipos de dengue, pero también por la mala aplicación del protocolo de curación.
En ese sentido, el epidemiólogo Tomás Rodríguez insistió en capacitar a los médicos y promotores de salud en el protocolo de identificación de casos, y para lograrlo se necesita la unión de todos los sectores y la creación de un ente rector en el tema del dengue.
"Lamentablemente la actual política asistencial del Gobierno central fomenta la práctica de modelos de salud curativos, anulando la prevención, la promoción y participación ciudadana, pilares fundamentales para bajar los índices de prevalencia del mosquito", según el salubrista Efraín Beltrán, quien lidera una exitosa campaña de vigilancia de control del vector en El Oro, desde la comunidad (padres e hijos).
"Nosotros tenemos 29 casos, pero porque tenemos una buena organización entre los centros de salud, hospitales y clínicas privadas", comentó.
Ante la poca capacidad de respuesta frente al problema (fumigación, medicación y cercos epidemiológicos) y los cambios de hábito del mosquito (no solo se reproduce en agua limpia, no solo es intradomiciliario, entre otros), se propone la participación de la ciudadanía en la erradicación de los criaderos, acogiendo la experiencia de Cuba, donde se eliminó la enfermedad con la colaboración ciudadana, indicó el inmunopatólogo Luis Plaza.
Mientras se mantengan las mismas estrategias de control del vector de los años 50 contra la malaria, el dengue se hará más resistente.
Recientes estudios demuestran que los mosquitos pueden volar hasta 500 metros del criadero y que fácilmente se reproducen en alcantarillas y en el estero. Por tanto los llamados cercos epidemiológicos no deben concentrarse únicamente en las zonas de riesgo, explicó el salubrista Luis Triviño.
La resistencia del mosquito a los insecticidas tradicionales, como el malatión y deltrametrina, también fue tema de debate. Triviño está convencido de que la causa del problema es la "estrategia de control del vector... en eso estamos fallando, porque no atacamos el criadero". Y no precisamente por falta de recursos, indicó, ya que el año pasado "teníamos la oportunidad de atacar los criaderos y dejamos caducar 80.000 kilos de abate", acotó.
El doctor Andino señaló que otra solución, sin dejar de lado la tarea comunitaria, es la vacunación. En ese sentido, hay varios avances científicos, y aunque desde los años 40 se estudia la dotación de un biológico contra el dengue, el doctor Ernesto Gutiérrez, virólogo y ex subsecretario de Salud, anunció que hay cinco propuestas que serán probadas en Tailandia, Vietnam, Colombia y Brasil. Es probable que en 2015 se cuente con una vacuna.
Mientras se desarrollan nuevas alternativas de prevención del dengue, el Municipio de Guayaquil está desarrollando un agresivo plan de fumigación, prevención y participación comunitaria, dijo Ernesto Romero, director de Salud del cabildo, quien apoyó la moción del foro de organizar un concurso de "barrio sin dengue".
El debate concluyó recomendando a las autoridades la realización de pruebas rápidas NC1, sobre todo en la población vulnerable (como embarazadas), porque hay enfermedades con síntomas muy parecidos al dengue como la leptospira, H1N1 y hasta el paludismo, y en este caso no es recomendable esperar los cinco días que demanda la prueba tradicional.
El debate se inició con un tema que el año pasado fue ampliamente discutido, luego de que el Ministerio de Salud Pública informó sobre la presencia de dos nuevas variedades de dengue, pero que en el foro no requirió mayores comentarios.
Los invitados coincidieron con que en el país circulan los cuatro serotipos (1, 2, 3 y 4) y que en los casos reportados existe una alta probabilidad de convertirse en dengue grave o hemorrágico, el cual se produce por el cruce de dos serotipos de dengue, pero también por la mala aplicación del protocolo de curación.
En ese sentido, el epidemiólogo Tomás Rodríguez insistió en capacitar a los médicos y promotores de salud en el protocolo de identificación de casos, y para lograrlo se necesita la unión de todos los sectores y la creación de un ente rector en el tema del dengue.
"Lamentablemente la actual política asistencial del Gobierno central fomenta la práctica de modelos de salud curativos, anulando la prevención, la promoción y participación ciudadana, pilares fundamentales para bajar los índices de prevalencia del mosquito", según el salubrista Efraín Beltrán, quien lidera una exitosa campaña de vigilancia de control del vector en El Oro, desde la comunidad (padres e hijos).
"Nosotros tenemos 29 casos, pero porque tenemos una buena organización entre los centros de salud, hospitales y clínicas privadas", comentó.
Ante la poca capacidad de respuesta frente al problema (fumigación, medicación y cercos epidemiológicos) y los cambios de hábito del mosquito (no solo se reproduce en agua limpia, no solo es intradomiciliario, entre otros), se propone la participación de la ciudadanía en la erradicación de los criaderos, acogiendo la experiencia de Cuba, donde se eliminó la enfermedad con la colaboración ciudadana, indicó el inmunopatólogo Luis Plaza.
Mientras se mantengan las mismas estrategias de control del vector de los años 50 contra la malaria, el dengue se hará más resistente.
Recientes estudios demuestran que los mosquitos pueden volar hasta 500 metros del criadero y que fácilmente se reproducen en alcantarillas y en el estero. Por tanto los llamados cercos epidemiológicos no deben concentrarse únicamente en las zonas de riesgo, explicó el salubrista Luis Triviño.
La resistencia del mosquito a los insecticidas tradicionales, como el malatión y deltrametrina, también fue tema de debate. Triviño está convencido de que la causa del problema es la "estrategia de control del vector... en eso estamos fallando, porque no atacamos el criadero". Y no precisamente por falta de recursos, indicó, ya que el año pasado "teníamos la oportunidad de atacar los criaderos y dejamos caducar 80.000 kilos de abate", acotó.
El doctor Andino señaló que otra solución, sin dejar de lado la tarea comunitaria, es la vacunación. En ese sentido, hay varios avances científicos, y aunque desde los años 40 se estudia la dotación de un biológico contra el dengue, el doctor Ernesto Gutiérrez, virólogo y ex subsecretario de Salud, anunció que hay cinco propuestas que serán probadas en Tailandia, Vietnam, Colombia y Brasil. Es probable que en 2015 se cuente con una vacuna.
Mientras se desarrollan nuevas alternativas de prevención del dengue, el Municipio de Guayaquil está desarrollando un agresivo plan de fumigación, prevención y participación comunitaria, dijo Ernesto Romero, director de Salud del cabildo, quien apoyó la moción del foro de organizar un concurso de "barrio sin dengue".
El debate concluyó recomendando a las autoridades la realización de pruebas rápidas NC1, sobre todo en la población vulnerable (como embarazadas), porque hay enfermedades con síntomas muy parecidos al dengue como la leptospira, H1N1 y hasta el paludismo, y en este caso no es recomendable esperar los cinco días que demanda la prueba tradicional.