martes, 8 de julio de 2008

El voto católico

El Consejo Ecuatoriano de Laicos Católicos -CELCA-, que representa a todo el laicado católico del país, denuncia que la Constitución que se está elaborando en Montecristi es ABORTISTA.Los ciudadanos católicos aportamos en la Asamblea con propuestas a favor de la vida y la familia, respaldadas por más de 700 mil firmas, trasmitiendo el parecer de la población mayoritaria del Ecuador. Sin embargo, los asambleístas -especialmente de Acuerdo País- violentaron el sentir del pueblo católico, imponiéndonos unos artículos constitucionales abortistas.Esto se evidencia, por ejemplo, en la aprobación por el Pleno del Capítulo denominado "Derechos Civiles", cuyo artículo 1, numeral 8 expresa:Derechos Reproductivos: "Toda persona tiene derecho a tomar decisiones libres, responsables e informadas sobre su salud y vida reproductiva y a decidir cuando y cuantos (sic) hijos/as tener". La ley exige que las palabras no definidas por ella deben entenderse en su sentido natural. De modo artificioso, la reforma propuesta ha utilizado el verbo genérico "tener", que posee más de 25 significados, en lugar del verbo especifico "procrear", de acepción única que es engendrar, dejándose así abiertas las puertas para expresar, en su momento, que un ser ya procreado, pero aún no nacido, pueda legalmente "no ser tenido" lo que equivale a abortado o asesinado. Además, el establecer como derecho de las personas las "decisiones libres sobre su vida reproductiva" implicaría la obligación del Estado a proporcionar métodos abortivos como, entre otros, la T de Cobre o la Píldora del Día Después, en consecuencia el aborto sería un "derecho", garantizado por la Constitución. A nivel internacional, es bien conocido que "Salud Reproductiva", además de planificación familiar, incluye el aborto.También la Mesa de Derechos Fundamentales ha aprobado, para someterlo en los próximos días a consideración del Pleno, un artículo que menciona "la protección y cuidado de los niños, niñas y adolescentes desde la concepción" eliminando la garantía de la vida desde la concepción como consta expresamente en el Art. 49 de nuestra Constitución actual.El derecho a la vida dependería ahora del uso de los derechos reproductivos de la madre: si ella decide concebir y continuar con el embarazo, se protege y cuida a la criatura, pero si ella decide abortar ya no habría, obviamente, a quién proteger y cuidar. En consecuencia, lo que se garantiza desde la concepción no es la vida misma de los niños, sino su "protección y cuidado" siempre que estén vivos por voluntad de su madre.En concordancia con el Comunicado de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, nos unimos a la aseveración del Papa Benedicto XVI: "la conciencia cristiana bien formada no permite a nadie favorecer con el propio voto la aprobación a una ley que contenga propuestas contrarias a los contenidos fundamentales de la fe y la moral. Es el caso de las leyes civiles en materia de aborto, que deben tutelar el derecho primario a la vida desde su concepción hasta su término natural".Exigimos a los asambleístas, que reconozcan la voluntad del pueblo católico y rectifiquen todos los textos con los que pretenden, soterradamente, legalizar el aborto en nuestro país.