domingo, 9 de diciembre de 2012

Petróleo, tema electoral en Ecuador


El petróleo sigue siendo clave en los ingresos estatales y hoy está libre el camino para la minería a cielo abierto. Escenarios que enfrenta el ganador de los comicios del 2013. El tema de esta segunda entrega de la serie dominical sobre los planes de gobierno.

Petróleo, camino y reto al futuro’ fue el titular de la portada de este Diario el 27 de junio de 1972. En la nota se narraba lo ocurrido un día antes cuando el primer barril de crudo llegaba de Lago Agrio (Sucumbíos) a Balao (Esmeraldas). 

Así se inicia la producción a gran escala del conocido como ‘oro negro’, que hasta ahora se extrae de las entrañas de la selva del país donde se concentran las reservas de este recurso. Desde entonces, la economía nacional ha estado atada a los vaivenes del mercado petrolero que determinan los precios del crudo. 

Unos años altos, otros bajos. Los precios del barril de crudo han marcado la diferencia entre la abundancia y un presupuesto con déficit fiscal para los gobiernos de las últimas cuatro décadas, según coinciden analistas.

Una dependencia que ha generado estragos. Con el primer ‘boom petrolero’ empieza a forjarse una burocracia abultada, aumenta el gasto público y también se construyen carreteras y obras básicas. Con ello, la necesidad de financiamiento hace incrementar el endeudamiento del país, algo que se mantiene, dice Jaime Carrera, del Observatorio de Política Fiscal. 

Durante los últimos seis años se ha duplicado el gasto público y se ha incrementado la masa salarial estatal y los subsidios, lo que es insostenible cuando los precios del barril de crudo bajen, asegura este analista. 

Los hidrocarburos son considerados, en el actual régimen, como parte de los sectores estratégicos, que abarcan también a las telecomunicaciones, la energía, el agua y la minería. 

Al gobernante que se elegirá el 17 de febrero en las elecciones presidenciales, para los próximos 4 años, le espera un escenario en el que este recurso no renovable seguirá siendo una fuente importante de recursos. 

El peso del petróleo en el presupuesto general del Estado ha aumentado desde el 2006 cuando con los ingresos petroleros se cubrió un 24% de los ingresos. Ello frente al 29,7% que el petróleo ha representado en los ingresos de entre enero y octubre de este año. Su importancia tiene aún más peso en las exportaciones. Representaron casi un 60% de las divisas que ingresaron por este rubro entre enero y septiembre de este año.

“Hay que tratar de que el petróleo pierda importancia en la generación de divisas, pero no haciendo que su volumen exportado baje, sino logrando que el resto de la economía pueda crecer”, recomienda el exministro de Economía, Fausto Ortiz. 

Pero los niveles de producción a la baja también reflejan la necesidad de impulsar otra actividad productiva, según los analistas. En el 2006 se alcanzó la cifra récord de producción de 195’652.000 barriles de crudo. Desde entonces la producción ha ido declinando al llegar en el 2011 a los 182’357.000 barriles, un 6,7% menor a la del 2006. 

La producción limitada y la importación de derivados por la falta de capacidad para procesar el crudo ha impedido que el país aproveche de mejor forma los altos precios que durante este año alcanzaron los $ 99,80 por barril. Solo para subsidios por la importación de derivados se destinaron $ 2.949 millones en el 2011, casi tres veces más de lo asignado en el 2006. 

El Gobierno ha planteado construir la refinería del Pacífico, en Manabí, y augura que con ello se desarrollará una infraestructura de procesamiento. Pero se trata de un plan a largo plazo que requiere unos doce mil millones de dólares de inversión. 

La disyuntiva está en cuál será la fuente de crudo por procesar en esta refinería. Analistas indican que con las reservas probadas, el país mantendría una producción anual de 180 millones de barriles en los próximos diez años. Esto siempre y cuando no se exploten los yacimientos de petróleo detectados en la zona del Yasuní ITT, en el interior del Parque Nacional Yasuní. 

El Gobierno impulsa este plan con el que se busca dejar bajo tierra reservas por 846 millones de barriles de petróleo, equivalentes a unos $ 7.200 millones.

La undécima ronda petrolera que el Gobierno inició oficialmente la semana pasada para extender el área de exploración a las provincias de Pastaza y Morona Santiago podría aumentar las previsiones unos diez años más. Se tiene previsto que la licitación de dieciséis bloques se concrete en noviembre del 2013, pese a la oposición de las comunidades indígenas de la zona.

El Ejecutivo que gobierne en el próximo periodo presidencial estaría destinado a seguir con el modelo extractivista ante la vigencia del primer contrato de minería a cielo abierto firmado en marzo pasado entre el Gobierno y la empresa china Ecuacorriente. Este implica la extracción de cobre con la apertura de un cráter, lo que ha originado el rechazo de los ambientalistas. 

En este caso, el proyecto se ejecuta en la zona de Mirador, en Zamora Chinchipe. Solo este plan dejaría al país unos 250 millones de dólares al año en promedio durante los próximos 25 años de la concesión, lo que no se compara a lo que el país obtiene por la exportación de crudo. “Solo el petróleo le genera al Estado unos ocho mil millones de dólares anuales”, dice Ortiz. 

Xavier León, experto en desarrollo rural de Acción Ecológica, asegura que el modelo extractivista basado en la explotación de recursos naturales no ha cambiado tras cuatro décadas. “No nos hemos planteado un modelo diferente de desarrollo”.