Cuomo, publica hoy este rotativo, "sutilmente amenazó con investigar a Chevron", sobre la que pesa una multimillonaria demanda por presuntos daños medioambientales heredada de Texaco, empresa que compró en 2001. El caso se inició hace casi 18 años.
El entonces fiscal general de Nueva York "decidió involucrarse porque Chevron podía haber violado la ley estatal durante el litigio", señaló el diario que revela que según un correo electrónico de 2009 Cuomo intervino porque Karen Hinton, una lobista y ex asesora suya, que estaba a sueldo de los demandantes, se lo pidió.
Hinton en la actualidad es una de las portavoces del equipo de abogados que representa a los demandantes de Ecuador.
"Andrew no tiene ningún interés en esto. Lo hace por mí. Porque se lo pedí", dice el mensaje electrónico publicado por el Times y escrito por Hinton, que también revela que recibía 10.000 dólares al mes "por representar a los ecuatorianos, y en parte por obtener el apoyo de Cuomo", según las entrevistas y documentos obtenidos por el medio.
Señala que los demandantes "también ayudaron a persuadir al contralor estatal, Thomas DiNapoli, a hablar en contra de Chevron".
DiNapoli "ha apelado repetidamente a Chevron para que llegue a un acuerdo sobre la demanda con el argumento de que pone en peligro el fondo estatal de pensiones que tiene una inversión de 780 millones de dólares en la petrolera".
El diario señala que el caso demuestra la presencia de miembros de grupos de presión "bien conectados y con presencia en el círculo interior de políticos como Cuomo y DiNapoli".
También recuerda que Hinton trabajó para el hoy gobernador de Nueva York, cuando fue secretario de Vivienda de la Administración del presidente Bill Clinton, en la década de los noventa, y que su esposo, Howard Glaser, en la actualidad "es uno de sus más poderosos asesores, como director de operaciones estatales".
The New York Times indica también que el gabinete de Cuomo y la misma Hinton restaron importancia de esos correos y señalaron que "no hubo nada indigno" en la manera en que Cuomo se involucró en el litigio.
"Para los ecuatorianos, representados por el abogado neoyorquino Steven Donziger, el respaldo ha sido un golpe", señala el diario, que recuerda que el letrado lleva años intentando ganar la demanda y que desde 2009 ha seguido una estrategia de intentar sumar a la causa a destacados representantes de la Administración para presionar a Chevron.
El Times señala que en mayo de 2009, después de ser contactado, Cuomo envió a la petrolera una carta preguntando si había facilitado información relativa a determinados costes relacionados con el litigio y le subrayaba que lo hacía en su capacidad para investigar "el fraude financiero y los informes erróneos".
Posteriormente, dice el diario, el gabinete de Cuomo determinó que la petrolera había proporcionado la información adecuada "y tranquilamente abandonó el caso".
El caso se remonta a la década de los años setenta, cuando Texaco realizaba prospecciones petroleras con la petrolera estatal ecuatoriana en una zona de la Amazonía y en 1993 fue denunciada por campesinos.
Tutelados por abogados estadounidenses, los demandantes reclamaban a Texaco por la contaminación ocasionada entre 1964 y 1990 en unas 480 000 hectáreas de selva en la Amazonía, así como por daños irreversibles al ecosistema y a la salud de sus habitantes.
En febrero de 2011 un juez ecuatoriano condenó a Chevron al pago de $18 000 millones por esos daños (9 500 millones si se disculpaba), pero la petrolera apeló.
Chevron denuncia desde hace años ese proceso por considerarlo fraudulento y ha interpuesto demandas en Ecuador, EEUU y Europa contra los demandantes, sus abogados y hasta el Gobierno ecuatoriano.
En marzo pasado el juez estadounidense que sigue este caso bloqueó temporalmente la aplicación de la sentencia ecuatoriana, en una decisión que también fue recurrida por los demandantes.
El caso ha llegado incluso a la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya, que ordenó recientemente a Ecuador pagar $96 millones a la petrolera por daños y perjuicios, lo que también fue apelada a fines de agosto por el Gobierno ecuatoriano.
Chevron argumenta que ambas partes alcanzaron un acuerdo que exoneraba a Texaco de responsabilidades medioambientales futuras y durante el juicio en Ecuador ha denunciado a los abogados de los demandantes por falsificar datos y presionar a peritos científicos para encontrar contaminación donde no existía.(EFE)