CAREI:Mientras en la cúpula se continúa con una política internacional que en nada está beneficiando los intereses nacionales, y al interno, ha empezado una precampaña electoral basada en dádivas, en ofertas y en denostar a quienes no concuerdan con el régimen.
Pese a todo lo que se dice desde el sector gubernamental, tratando de demostrar lo boyante que está la economía nacional, sobre todo basando esta bonanza en los precios del petróleo, hallamos algunos indicadores que nos dicen que las cosas no están tan bien; no solamente por la tendencia a la baja del petróleo, que, dígase lo que se diga, sigue obteniendo precios altos, sobre todo si los comparamos con los no tan lejanos tiempos en los que los precios eran realmente irrisorios, como los que les tocó enfrentar a algunos gobiernos.
El nivel del gasto gubernamental ha sido tan alto, que lo que podrían haber sido tiempos de ahorros, se han convertido en la época de mayor gasto de la historia, sin pensar en lo evidente, esto es que las bonanzas no suelen durar por siempre.
El nivel de endeudamiento del Ecuador, crece, teniendo como fuente de ese dinero en préstamo, fundamentalmente a China, que lo vincula siempre a sus compras petroleras, situación riesgosa como ya lo han mencionado ciertos analistas, quienes también cuestionan las tasas de interés pactadas, bastante más altas que las que se están usando por los tradicionales prestamistas internacionales.
Por otra parte, se anuncia un nuevo crédito proveniente del FLAR, el Fondo de Reservas Latinoamericano, por una cifra mayor a 500 millones de dólares, que seguramente se licuará muy rápido con el nivel de gastos que tiene el país.
Todo ello, hace que el Ecuador, sea colocado en tercer lugar, luego de Venezuela y Argentina, como las economías más riesgosas en la región.
A esto se suma la fragilidad que presenta un país, aislado de los grandes mercados del comercio mundial, ya que se negó a negociar y a firmar tratados de libre comercio con los Estados Unidos y con Europa, cosa que si han consolidado sus vecinos Perú y Colombia. Lo que deja al país en una situación nada expectante y ocasionará problemas con sus exportaciones no petroleras, máxime si el ATPDA, que beneficiaba el comercio de rosas y otros productos agrícolas hacia los Estados Unidos, está próximo a expirar, lo que coloca nuevamente en riesgo a los productores, que son quienes generan numerosas fuentes de empleo para el país, y además atraen divisas a nuestra dolarizada economía.
Si sabemos además, que la situación de los migrantes ecuatorianos en Estados Unidos y Europa, hace que el flujo de divisas no sea tan abundante como al que estábamos acostumbrados, el panorama para el país se presenta nada halagüeño.
Mientras en la cúpula se continúa con una política internacional que en nada está beneficiando los intereses nacionales, y al interno, ha empezado una precampaña electoral basada en dádivas, en ofertas y en denostar a quienes no concuerdan con el régimen.
al futuro para el país