El Primer Mandatario dijo que reaccionó mal porque le "molestó mucho" que Chauvín hubiese huidoEl presidente de Ecuador, Rafael Correa, pidió hoy disculpas públicas al ex subsecretario de Gobierno Ignacio Chauvín, imputado en un supuesto caso de narcotráfico, por haberlo acusado de no dar la cara antes de que se entregara a las autoridades.
En su informe semanal de labores, Correa dijo que reaccionó mal porque le "molestó mucho" que Chauvín hubiese huido, aunque acabó entregándose esta semana a las autoridades para que se esclarezca la situación, en lo que el mandatario calificó como un "acto de valentía".
"Reaccioné preocupado en el prestigio del Gobierno más que en si José Ignacio Chauvín era inocente o culpable (...). Cometí un error", dijo.
El jefe de Estado también se refirió a las denuncias de la esposa de Chauvín, Catalina Campo, de que el pasado 29 de enero, cuando las autoridades buscaban al ex funcionario, allanaron su domicilio y el de su hermana pidiendo que se echaran al suelo los tres menores de edad que allí se encontraban.
Por ello, pidió al ministerio de Gobierno que se investigue la situación contra estos menores por si hubo violación de sus derechos humanos.
Chauvín ha sido imputado de tener vínculos con una presunta red de narcotráfico liderada por los hermanos Edison, Jefferson y Miguel Ostaiza, quienes supuestamente traficaban con droga de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Correa aseguró que todo lo que hay hasta ahora en el caso son "percepciones" y no se ha demostrado que Chauvín esté envuelto en narcotráfico sino "que era amigo de unos tipos que estaban envueltos en narcotráfico", lo cual, indicó, no es un delito.
Por ello, sostuvo que se vigilará porque haya un juicio justo "y para que una prensa corrupta, probablemente aconchabada por ciertos organismos internacionales que quieren desestabilizar" al Gobierno no "crucifique" a Chauvín antes de ser juzgado.
El gobernante reiteró lo que le preocupa es que Chauvín haya dicho que se reunió siete veces con el fallecido líder de las FARC "Raúl Reyes" para tratar el tema del intercambio humanitario entre rehenes de las FARC por militantes de esa guerrilla detenidos en cárceles colombianas.
Correa ha pedido que se aclare si esas reuniones se efectuaron en suelo ecuatoriano, lo que, aseguró, constituiría traición a la patria pues no se puede permitirla presencia de fuerzas extranjeras, regulares o irregulares, en territorio ecuatoriano.
En su informe semanal de labores, Correa dijo que reaccionó mal porque le "molestó mucho" que Chauvín hubiese huido, aunque acabó entregándose esta semana a las autoridades para que se esclarezca la situación, en lo que el mandatario calificó como un "acto de valentía".
"Reaccioné preocupado en el prestigio del Gobierno más que en si José Ignacio Chauvín era inocente o culpable (...). Cometí un error", dijo.
El jefe de Estado también se refirió a las denuncias de la esposa de Chauvín, Catalina Campo, de que el pasado 29 de enero, cuando las autoridades buscaban al ex funcionario, allanaron su domicilio y el de su hermana pidiendo que se echaran al suelo los tres menores de edad que allí se encontraban.
Por ello, pidió al ministerio de Gobierno que se investigue la situación contra estos menores por si hubo violación de sus derechos humanos.
Chauvín ha sido imputado de tener vínculos con una presunta red de narcotráfico liderada por los hermanos Edison, Jefferson y Miguel Ostaiza, quienes supuestamente traficaban con droga de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Correa aseguró que todo lo que hay hasta ahora en el caso son "percepciones" y no se ha demostrado que Chauvín esté envuelto en narcotráfico sino "que era amigo de unos tipos que estaban envueltos en narcotráfico", lo cual, indicó, no es un delito.
Por ello, sostuvo que se vigilará porque haya un juicio justo "y para que una prensa corrupta, probablemente aconchabada por ciertos organismos internacionales que quieren desestabilizar" al Gobierno no "crucifique" a Chauvín antes de ser juzgado.
El gobernante reiteró lo que le preocupa es que Chauvín haya dicho que se reunió siete veces con el fallecido líder de las FARC "Raúl Reyes" para tratar el tema del intercambio humanitario entre rehenes de las FARC por militantes de esa guerrilla detenidos en cárceles colombianas.
Correa ha pedido que se aclare si esas reuniones se efectuaron en suelo ecuatoriano, lo que, aseguró, constituiría traición a la patria pues no se puede permitirla presencia de fuerzas extranjeras, regulares o irregulares, en territorio ecuatoriano.