miércoles, 4 de marzo de 2009

Uribe pidió "cuidado" a su ministro de Defensa por declaraciones sobre Ecuador

4 de marzo de 2009. Bogotá, EFE. El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, pidió hoy a su ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, tener "sumo cuidado" en sus declaraciones en las que señaló que la incursión de militares colombianos contra un campamento de las FARC hace un año en Ecuador fue "un acto de legítima defensa".
Un comunicado de la Casa de Nariño (sede del Gobierno) señaló que Santos le expresó al mandatario que en ningún momento pretendió crear molestias a los países vecinos con sus declaraciones.
"El presidente ha reiterado el pedido de que se tenga sumo cuidado en las declaraciones que comprometan las políticas internacionales, las cuales deben ser emitidas por el ministro de Relaciones Exteriores (Jaime Bermúdez)", señaló el mensaje oficial.
Asimismo, indicó que el Gobierno de Colombia tiene el "mayor interés" en realizar una agenda constructiva.
El Gobierno tiene el mayor interés de desarrollar la agenda constructiva bilateral que definió el presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
"De igual manera el Gobierno reitera la voluntad de mantener y construir buenas relaciones con los países vecinos y hermanos", puntualizó.
Santos desató el domingo pasado una nueva polémica al afirmar que la incursión en Ecuador fue "un acto de legítima defensa".
"Golpear a terroristas que sistemáticamente están atentando contra la población de un país, asÍ éstos no se encuentren dentro de su territorio, es un acto de legítima defensa y una doctrina cada vez más aceptada por la comunidad y el derecho internacional", dijo.
La respuesta a esas polémicas declaraciones no se hizo esperar y tanto el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, como el Gobierno de Venezuela las consideraron como "una amenaza".
Correa exhortó ayer al ministro Santos a que "empiece por casa" en la persecución de terroristas y narcotraficantes y le pidió que "no se meta con Ecuador".
Por su lado, el Ejecutivo del presidente Hugo Chávez expresó hoy en un comunicado su "rechazo y suma preocupación" por esas afirmaciones, que calificó como "irresponsables" y "una amenaza a la estabilidad y soberanía de los países de la región".
También provocaron reacciones de Ecuador y Venezuela las declaraciones del presidente colombiano, quien señaló que los jefes de las guerrillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) viven en los países vecinos, sin precisar cuáles.