Ecuador renovó este domingo su política de cero tolerancia frente a las FARC y el narcotráfico en el primer aniversario del ataque colombiano contra esa guerrilla en su territorio, que derivó en una crisis que aún mantiene rotas las relaciones entre Bogotá y Quito. "Nuestra posición y el lineamiento político y de los militares es ninguna tolerancia ante la presencia de cualquiera de estas amenazas en el territorio de nuestra frontera norte", dijo a la prensa el general Fabián Varela, jefe del comando conjunto de las Fuerzas Armadas.
El oficial presentó como amenazas a la seguridad interna a los grupos rebeldes y paramilitares colombianos y el tráfico de armas y de drogas que afecta a la frontera común de casi 700 km.
En ese sentido, Varela rechazó las acusaciones sobre una supuesta orden presidencial para no combatir a la guerrilla planteadas por Colombia en los días siguientes a la incursión del 1ero de marzo de 2008 en que fue abatido Raúl Reyes, el número dos de las FARC. "Jamás he recibido un lineamiento político en ese sentido para (tener) cierta tolerancia en repeler a cualquier amenaza en la frontera norte", señaló el oficial, y aseguró que en caso contrario nunca hubiera aceptado el mando de las Fuerzas Armadas.
En la acción contra Reyes murieron otras 24 personas incluidas cuatro mexicanos y un ecuatoriano. Quito rompió relaciones diplomática con Bogotá el 3 de marzo de 2008 ante lo que fue considerado por la OEA y el Grupo de Rio como una violación a su soberanía.
Colombia pidió perdón pero al mismo tiempo reveló unos archivos electrónicos que aseguró haberse incautado en la operación con datos que vinculan a los gobiernos de Venezuela y Ecuador con las FARC.
El gobierno ecuatoriano ha rechazado insistentemente esas denuncias y exigido el fin de las mismas como una de las cinco condiciones para restablecer los lazos diplomáticos.
El oficial presentó como amenazas a la seguridad interna a los grupos rebeldes y paramilitares colombianos y el tráfico de armas y de drogas que afecta a la frontera común de casi 700 km.
En ese sentido, Varela rechazó las acusaciones sobre una supuesta orden presidencial para no combatir a la guerrilla planteadas por Colombia en los días siguientes a la incursión del 1ero de marzo de 2008 en que fue abatido Raúl Reyes, el número dos de las FARC. "Jamás he recibido un lineamiento político en ese sentido para (tener) cierta tolerancia en repeler a cualquier amenaza en la frontera norte", señaló el oficial, y aseguró que en caso contrario nunca hubiera aceptado el mando de las Fuerzas Armadas.
En la acción contra Reyes murieron otras 24 personas incluidas cuatro mexicanos y un ecuatoriano. Quito rompió relaciones diplomática con Bogotá el 3 de marzo de 2008 ante lo que fue considerado por la OEA y el Grupo de Rio como una violación a su soberanía.
Colombia pidió perdón pero al mismo tiempo reveló unos archivos electrónicos que aseguró haberse incautado en la operación con datos que vinculan a los gobiernos de Venezuela y Ecuador con las FARC.
El gobierno ecuatoriano ha rechazado insistentemente esas denuncias y exigido el fin de las mismas como una de las cinco condiciones para restablecer los lazos diplomáticos.
