El nombre del coronel en retiro Jorge Brito Albuja aparece en un proceso judicial relacionado al caso “Huracán de la Frontera”, que desmanteló una presunta red de narcotráfico liderada por los hermanos Ostaiza Amay. El vínculo es la versión de Juan Leonardo Castillo, quien se desempeñó como administrador financiero de Jooamy Ema.
En su declaración ante el fiscal antinarcóticos Jorge Solórzano, Castillo narra que un mes y medio antes de ser detenido (17 de septiembre de 2008), es decir fines de julio o inicios de agosto, “Édison Ostaiza me solicitó que le acompañara a una reunión, nos dirigimos hasta el Centro Comercial San Luis (en el valle de los Chillos, al sur oriente de Quito), en donde Édison tomó contacto con el coronel Jorge Brito de Alianza PAIS, sin poder determinar el motivo de esa reunión ya que Édison me indicó que me ubicara en un sitio diferente al de ellos y que esperara hasta que culmine la reunión, la misma que duró aproximadamente una hora”.
Castillo agregó que el coronel Brito “estaba acompañado de un niño de cinco años, más tarde el propio Édison me dijo que era el nieto del coronel”. Este Diario buscó una reacción de Brito, pero no fue localizado por ninguna circunstancia.
Esa no es la única relación polémica: el 4 de junio de 2008 Brito acudió al Ministerio Público a responder por una supuesta vinculación con la guerrilla, basada en la información contenida en los computadores de Raúl Reyes, el segundo de las FARC abatido en el campamento de Angostura. La pregunta del fiscal subrogante Alfredo Alvear fue directa: “¿Conoce usted que el informe de Interpol, según datos publicados en la página web www.ejercito.mil.ec, lo nombra como la persona que recibió la cantidad de cien mil dólares para la campaña del presidente Correa?”.
Las respuestas de Brito se encaminaron a establecer que la información contenida en los supuestos computadores de Reyes carecían de valor en el proceso legal. “Allí no se hace mención a mi nombre y ese informe no tiene validez legal debido a la serie de contradicciones que se encuentran”, contestó. Añadió que el manejo de los datos obtenidos de las PC no se “ajustó a los principios reconocidos para el tratamiento de pruebas electrónicas”.
Negó haber recibido dinero para la campaña electoral y desconoció cualquier relación con la guerrilla.
En su declaración ante el fiscal antinarcóticos Jorge Solórzano, Castillo narra que un mes y medio antes de ser detenido (17 de septiembre de 2008), es decir fines de julio o inicios de agosto, “Édison Ostaiza me solicitó que le acompañara a una reunión, nos dirigimos hasta el Centro Comercial San Luis (en el valle de los Chillos, al sur oriente de Quito), en donde Édison tomó contacto con el coronel Jorge Brito de Alianza PAIS, sin poder determinar el motivo de esa reunión ya que Édison me indicó que me ubicara en un sitio diferente al de ellos y que esperara hasta que culmine la reunión, la misma que duró aproximadamente una hora”.
Castillo agregó que el coronel Brito “estaba acompañado de un niño de cinco años, más tarde el propio Édison me dijo que era el nieto del coronel”. Este Diario buscó una reacción de Brito, pero no fue localizado por ninguna circunstancia.
Esa no es la única relación polémica: el 4 de junio de 2008 Brito acudió al Ministerio Público a responder por una supuesta vinculación con la guerrilla, basada en la información contenida en los computadores de Raúl Reyes, el segundo de las FARC abatido en el campamento de Angostura. La pregunta del fiscal subrogante Alfredo Alvear fue directa: “¿Conoce usted que el informe de Interpol, según datos publicados en la página web www.ejercito.mil.ec, lo nombra como la persona que recibió la cantidad de cien mil dólares para la campaña del presidente Correa?”.
Las respuestas de Brito se encaminaron a establecer que la información contenida en los supuestos computadores de Reyes carecían de valor en el proceso legal. “Allí no se hace mención a mi nombre y ese informe no tiene validez legal debido a la serie de contradicciones que se encuentran”, contestó. Añadió que el manejo de los datos obtenidos de las PC no se “ajustó a los principios reconocidos para el tratamiento de pruebas electrónicas”.
Negó haber recibido dinero para la campaña electoral y desconoció cualquier relación con la guerrilla.