jueves, 5 de febrero de 2009

Los fondos para la emergencia por las lluvias no llegan a Loja

La asignación de USD 1,41 millones, para reparar los daños que ocasionaron las lluvias del pasado 11 de octubre en Loja, sigue en espera.
Los recursos fueron solicitados al Gobierno, de forma urgente, a través de la Secretaría Técnica de Gestión de Riesgos. Pese a ello, las autoridades lojanas no pueden explicar por qué el trámite ya demora más de tres meses.
Según Nilo Córdova, quien hasta la semana pasada fue el presidente del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) de Loja, el pedido se hizo el 19 de octubre. “Hay que reparar los destrozos ocasionados por la quebrada Las Minas y los ríos Jipiro y Zamora”. Él asegura que en enero insistió por los recursos.
Entre los daños están la destrucción de cinco puentes de hormigón y otros cinco colgantes. Las crecientes también dejaron en riesgo a ocho casas del barrio Jipiro Alto, averiaron parcialmente el sistema de agua potable de Loja y afectaron a una parte del parque recreacional Jipiro.
Los técnicos del Municipio y del COE definieron los argumentos técnicos de las obras necesarias para reparar los daños. Con ello se justificó la asignación de fondos.
En el listado consta la construcción de muros de contención en el río Jipiro, por USD 450 600. La idea es preservar las viviendas de Jipiro Alto y Bajo. También está la edificación de cinco puentes en Zamora Huayco y Jipiro Bajo y Alto. La inversión: USD 285 000.
A ese rubro se suman USD 75 000 para la construcción y reconstrucción de cinco puentes colgantes sobre el río Zamora. Para Marco Carpio, director Municipal de Obras Públicas, en el listado se incluyó la edificación de un paso elevado en la intersección de las calles Juan de Salinas y Orillas del Zamora.Pero todas las obras están en espera. Al suroriente de Loja, los barrios Rodríguez Witt y Zamora Huayco siguen separados por la quebrada. El presidente del último sector, Luis Bermeo, dice que 600 familias de ambos barrios piden la construcción del puente.
La moradora Amada de Jaramillo cree que el colapso del paso afectó al comercio de los barrios. “Mi tienda tiene menos clientes”.Mientras, en el barrio Jipiro Alto, su presidente, Carlos Malla, dice que el sector sigue amenazado por el afluente.