martes, 12 de julio de 2011

Malestar por saturación de los servicios médicos del IESS

Grupos de asegurados y gremios médicos reaccionaron ante las graves dificultades para atender a los pacientes de los dispensarios del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y de las clínicas privadas que trabajan en convenio con él.

En la edición de ayer de este Diario, Ramiro González, presidente del Consejo Directivo del IESS, reconoció que al momento existe una saturación del call center para concertar citas médicas y que las clínicas contratadas por el seguro no están recibiendo a más pacientes del instituto. Todo a causa del ingreso, en los últimos meses, de 200.000 nuevos afiliados.

Miembros de la Federación Única Nacional de Afiliados al Seguro Campesinos marcharon por las principales calles de Guayaquil para demandar de los directivos del IESS el incremento de las pensiones para los jubilados de este sector y un mejor servicio en las unidades médicas. Ellos se concentraron en las afuera de la regional del IESS (Av. Olmedo y Boyacá) y desde allí se dirigieron al Banco del IESS (Nueve de Octubre y Pichincha) para exponer planteamientos como la creación de una línea de crédito especial para ellos.

Byron Garcés, líder del gremio, indicó que los campesinos están cansados de no recibir atención oportuna. "Cuando llamamos al call center del IESS, en Quito, siempre está congestionado y si tenemos la suerte de que nos atiendan las consultas son programadas para después de dos días. Luego de que el afiliado es atendido es derivado a otras consultas que pueden ser agendadas para después de dos meses. Es una pasadera de tiempo", reclamó.

Sugirió como solución la reapertura de una ventanilla especial para atender a los afiliados campesinos, como se lo hizo por más de 45 años.

En las clínicas privadas que trabajan con el IESS, sus directivos prefieren guardar silencio frente al marcado retraso en los pagos de facturas, muchas de las cuales están represadas desde enero pasado.

Este Diario buscó la opinión de representantes de algunas de estas clínicas en Guayaquil, pero hasta el cierre de esta edición no contestaban llamadas ni correos electrónicos en los que se les solicitó entrevistas.

La única que habló fue Shirley Obando, gerenta general de la clínica Santa María, que divide sus 25 camas para pacientes propios y del IESS.