El Ejecutivo y el Servicio de Rentas Internas (SRI) definen esta semana la nueva reforma tributaria.
La propuesta apunta a la creación de más aranceles para frenar la importación de vehículos importados, ya que cada año el Gobierno gasta unos 350 dólares por cada automotor por subsidios a la gasolina. La carga impositiva subiría al 50%.
Desde este año los automóviles pequeños pagan 40% de arancel, cuando el año pasado cancelaban 35%. El Gobierno busca desacelerar las compras al exterior pues cada año sube el consumo de combustibles.
En 2010 el consumo de gasolina y diésel subió el 3,25%. Las cifras de Petroecuador indican que se despacharon 1.469 millones de galones de derivados para los vehículos. La mayor demanda fue de gasolina súper y diésel premium.
Según la Asociación de Comercializadores de Combustibles, el incremento del consumo obedece a la ampliación del parque automotor. De acuerdo con los datos oficiales, las ventas de carros crecieron un 34% en 2010 con respecto a 2009.
Solo en autos livianos se vendieron 110.000 unidades. De estas, 70.000 fueron importadas. Este fenómeno elevó la demanda de súper, la cual es preferida, especialmente, por los propietarios de los autos nuevos para asegurar el correcto mantenimiento. La venta de carros pesados también creció un 10%. Esto influyó en el alza del consumo de diésel. De ahí que la red de gasolineras fue ampliada para despachar mayor cantidad de combustibles en Guayaquil y Cuenca.
Para 2011 la proyección es que el país importe un 7,4% más de derivados de petróleo. Y esto es lo que busca evitar el Gobierno al frenar la importación de carros que consumen combustibles subsidiados.
Según los cálculos técnicos, un auto a gasolina recibe un subsidio, a través del combustible, de 350 dólares al año. Un carro a diésel se beneficia con unos 450 dólares anuales.
Esto implica un incremento del gasto público en 50 millones anuales por el subsidio en esos rubros. Con los nuevos impuestos, el Gobierno espera reducir ese costo a la mitad, al desacelerarse la compra de carros por el alza de aranceles. En Ecuador, la gasolina extra se comercializa en 1,45 dólares el galón, y la súper en 2,05 dólares. En Perú, un galón de gasolina corriente cuesta 3,60 dólares, y en Colombia $ 4,14.
Los vehículos consumen el 45% del total de combustibles que gasta el país. Entre 2007 y 2010 -según un análisis del Observatorio de la Política Fiscal- el Estado destinó 7.075 millones para el subsidio a los combustibles. Es decir que los dueños de los carros recibieron unos 3.200 millones en subsidios que, se supone, son para los más pobres. En 2011 este subsidio, que incluye gasolinas extra y súper, gas, búnker y diésel, le costará al Estado unos 2.571 millones de dólares.
La propuesta apunta a la creación de más aranceles para frenar la importación de vehículos importados, ya que cada año el Gobierno gasta unos 350 dólares por cada automotor por subsidios a la gasolina. La carga impositiva subiría al 50%.
Desde este año los automóviles pequeños pagan 40% de arancel, cuando el año pasado cancelaban 35%. El Gobierno busca desacelerar las compras al exterior pues cada año sube el consumo de combustibles.
En 2010 el consumo de gasolina y diésel subió el 3,25%. Las cifras de Petroecuador indican que se despacharon 1.469 millones de galones de derivados para los vehículos. La mayor demanda fue de gasolina súper y diésel premium.
Según la Asociación de Comercializadores de Combustibles, el incremento del consumo obedece a la ampliación del parque automotor. De acuerdo con los datos oficiales, las ventas de carros crecieron un 34% en 2010 con respecto a 2009.
Solo en autos livianos se vendieron 110.000 unidades. De estas, 70.000 fueron importadas. Este fenómeno elevó la demanda de súper, la cual es preferida, especialmente, por los propietarios de los autos nuevos para asegurar el correcto mantenimiento. La venta de carros pesados también creció un 10%. Esto influyó en el alza del consumo de diésel. De ahí que la red de gasolineras fue ampliada para despachar mayor cantidad de combustibles en Guayaquil y Cuenca.
Para 2011 la proyección es que el país importe un 7,4% más de derivados de petróleo. Y esto es lo que busca evitar el Gobierno al frenar la importación de carros que consumen combustibles subsidiados.
Según los cálculos técnicos, un auto a gasolina recibe un subsidio, a través del combustible, de 350 dólares al año. Un carro a diésel se beneficia con unos 450 dólares anuales.
Esto implica un incremento del gasto público en 50 millones anuales por el subsidio en esos rubros. Con los nuevos impuestos, el Gobierno espera reducir ese costo a la mitad, al desacelerarse la compra de carros por el alza de aranceles. En Ecuador, la gasolina extra se comercializa en 1,45 dólares el galón, y la súper en 2,05 dólares. En Perú, un galón de gasolina corriente cuesta 3,60 dólares, y en Colombia $ 4,14.
Los vehículos consumen el 45% del total de combustibles que gasta el país. Entre 2007 y 2010 -según un análisis del Observatorio de la Política Fiscal- el Estado destinó 7.075 millones para el subsidio a los combustibles. Es decir que los dueños de los carros recibieron unos 3.200 millones en subsidios que, se supone, son para los más pobres. En 2011 este subsidio, que incluye gasolinas extra y súper, gas, búnker y diésel, le costará al Estado unos 2.571 millones de dólares.
