El Instituto Ecuatoriano de Seguridad de Social "IESS" pertenece a sus afiliados, es verdad que tanto trabajadores, empresas y gobierno tienen claramente estipulado montos de aportación, sin embargo, todos los recursos entregados son de los afiliados y representan aproximadamente un 25% de su ingreso.
Con un margen de aportación tan alto, los servicios que brinda el IESS a sus afiliados deberían ser de mucho mejor calidad que los que en la realidad otorga ahora bajo una excesiva burocracia y una administración ineficiente.
Los afiliados del IESS deberían poder atenderse en cualquier centro de salud u hospital del país sea este privado o de la seguridad social, así por ejemplo, si el IESS pagara un monto adecuado de seguro individual de US$ 750 anual por afiliado y cubriera sus 2 millones de afiliados incluidos esposas e hijos menores, esto representaría $1 500 millones, es decir, un afiliado podría atenderse donde el decida sin pagar un solo dólar adicional a lo que hoy paga.
Además toda la burocracia del IESS (10 000 empleados) ya no sería necesaria y podría entregar la propiedad de sus hospitales a los empleados como liquidación ahorrándose $140 millones anuales de gastos corrientes en personal e incluyéndolos en mejores pensiones para sus jubilados incrementando su valor en un 50%. Ahora solo sería necesaria una muy buena unidad técnica de control de seguros, jubilaciones e inversiones que seguramente no sobrepase los 200 empleados.
Con estos cambios la seguridad social verdaderamente sería de sus afiliados y sus servicios de salud, jubilaciones e inversiones, serían manejadas de una manera eficiente por los prestadores más capacitados, en beneficio en primer lugar de los verdaderos dueños del IESS y por lógica en el desarrollo del todo el país al potenciar su nivel de inversiones la cual ya no sería dependiente del gobierno central.
Con un margen de aportación tan alto, los servicios que brinda el IESS a sus afiliados deberían ser de mucho mejor calidad que los que en la realidad otorga ahora bajo una excesiva burocracia y una administración ineficiente.
Los afiliados del IESS deberían poder atenderse en cualquier centro de salud u hospital del país sea este privado o de la seguridad social, así por ejemplo, si el IESS pagara un monto adecuado de seguro individual de US$ 750 anual por afiliado y cubriera sus 2 millones de afiliados incluidos esposas e hijos menores, esto representaría $1 500 millones, es decir, un afiliado podría atenderse donde el decida sin pagar un solo dólar adicional a lo que hoy paga.
Además toda la burocracia del IESS (10 000 empleados) ya no sería necesaria y podría entregar la propiedad de sus hospitales a los empleados como liquidación ahorrándose $140 millones anuales de gastos corrientes en personal e incluyéndolos en mejores pensiones para sus jubilados incrementando su valor en un 50%. Ahora solo sería necesaria una muy buena unidad técnica de control de seguros, jubilaciones e inversiones que seguramente no sobrepase los 200 empleados.
Con estos cambios la seguridad social verdaderamente sería de sus afiliados y sus servicios de salud, jubilaciones e inversiones, serían manejadas de una manera eficiente por los prestadores más capacitados, en beneficio en primer lugar de los verdaderos dueños del IESS y por lógica en el desarrollo del todo el país al potenciar su nivel de inversiones la cual ya no sería dependiente del gobierno central.