miércoles, 14 de julio de 2010

Un Código con ayudas tributarias

La ministra Coordinadora de la Producción, Nathalie Cely, deberá entregar mañana el proyecto definitivo de su denominado Código de la Producción al Presidente, para que este, a su vez, autorice el envío como ley urgente económica a los miembros de la Asamblea.

Básicamente, son 10 reformas que se han aplicado para generar un mayor desarrollo productivo. El documento consta de 300 páginas, reunidas en cinco capítulos, entre los cuales resaltan los incentivos en materia tributaria.

Eduardo Torres, un productor de enlatados, considera que el hecho de tener beneficios para
la adquisición de maquinaria, equipos con alta tecnología y que a la vez cuide el ambiente, beneficiará a todos. “Podremos mejorar nuestros procesos. Y que las inversiones no sean tan altas como ahora. Ayudaría a la calidad de nuestra oferta”.

Para Blasco Peñaherrera Solah, en cambio, si bien es cierto que es un avance y hay aspectos positivos en el Código, es necesario que se corrijan algunos puntos. “Sugerimos que los incentivos generales deben ser mejorados para tornarse atractivos y que se devuelva la exoneración a los dividendos, tal como estaba antes de la última Reforma Tributaria”.

Según la Federación de Cámaras de la Producción, hay un problema principal y es el que tiene que ver con la garantía de la estabilidad tributaria por 15 años a los inversionistas que quieran pagar el 30% de Impuesto a la Renta.

“Esto desincentiva la inversión. Ningún otro incentivo que se ofrezca, ya sea en lo tributario o laboral, es positivo si no hay seguridad jurídica. Creo que este Código es un buen paso, pero no solucionará la inestabilidad jurídica”.

Por esa razón, la Federación de Cámaras presenta hoy todas sus observaciones a este Código, aunque por estar justo sobre la hora de cierre que se había impuesto la ministra Cely, difícilmente serán acogidas en su totalidad.

Para el experto tributario Mario Prado, independientemente de los beneficios tributarios que se ofrezcan en el Código, hay algo que ya nace con el pie izquierdo.

“Si decimos que ofreceremos estabilidad tributaria por 15 años, si es que el inversionista paga el 30% del Impuesto a la Renta, le estamos dando un mensaje implícito de que en el futuro este valor será superior al 30%. No es un mensaje apropiado para incentivar las inversiones. Y, de hecho, en este mismo momento un inversionista puede decir me voy porque el impuesto va a subir”.

En reiteradas ocasiones, el director del Servicio de Rentas Internas (SRI), Carlos Marx Carrasco, ha resaltado que en Ecuador se paga una de las menores tasas de Impuesto a la Renta de la región. Sin embargo, ha garantizado que no está contemplada un alza de este impuesto a futuro.

Entre los beneficios tributarios que el productor de joyas Jimmy Duque resalta está la deducción del valor del Impuesto a la Renta cuando se creen nuevos puestos de trabajo, sobre los que se aporte al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, durante los primeros cinco años de la inversión.

“Puede ser un ahorro a la actividad, sobre todo cuando se inicia un negocio. Sin embargo, tampoco es algo que sume mucho. Lo importante, para mí, es generar confianza institucional”.

A José Pablo Ruiz, pequeño productor de hortalizas, también le llamó la atención el artículo del Código referente a la exoneración del Impuesto a la Renta si se genera empleo. “Esperemos que esto sea así, porque podrá ayudar a que más gente pueda trabajar”.